Si Montesquieu levantara la cabeza
Asistimos estos días a un espectáculo bochornoso en relación a las pretensiones independentistas de algunos partidos políticos y el ansia de otros políticos por mantenerse a toda costa en el poder ejecutivo, de forma que condicionan al poder legislativo para que promulgue normas o leyes, que de forma directa y sin sonrojos, echen por tierra el trabajo, buen trabajo, del poder judicial. Es decir, es tal la confusión en los poderes del Estado, que uno ya no sabe dónde está, y si está, la verdadera división de poderes, de ahí el título.
Es absolutamente impensable en una democracia, que una Ley de amnistía sea redactada por quien se va a beneficiar directamente y en exclusiva por ella. Se imaginan uds. que si el Sr. Trump mañana es nuevamente presidente de los EE.UU. promueva una Ley que le exonere, o amnistíe, de sus numerosos conflictos judiciales, y sólo a él?. Pues eso es lo que está pasando en España.
Es tal la inseguridad jurídica creada, que no es de extrañar el efecto huída que están provocando en inversores internacionales, o los propios nacionales en Cataluña. Lo que para los Tribunales de Justicia hoy es delito, clarísimo, y de los graves, mañana por sólo 7 votos serán una anécdota, con consecuencias nefastas e inimaginables.
Pero lo que me lleva a escribir este artículo como jurista, es la impotencia que me provoca esta situación cuando veo que estos partidos políticos en una tribuna del Congreso de los Diputados, citan con nombres y apellidos a unos jueces, imputándoles delitos de malversación, y señalándolos como obstáculos en sus pretensiones legisladoras de su tan ansiada amnistía, y ante esto, ninguna autoridad presente, les retire el uso de la palabra o les aperciba de poder estar incurriendo en infracciones reglamentarias de la cámara, o lo que es más grave, estar incurriendo en delitos contra el honor como la calumnia o la injuria, sin que les asista el derecho de la libre expresión.
Y lo más grave de todo esto, es que un grupo político en el que confió un buen número de ciudadanos, esté mirando para otro lado, consintiendo y favoreciendo con su apoyo, que se lleven al Congreso tales pretensiones, que en definitiva lo que pretenden es romper España, por un ánimo revanchista.
Por favor, políticos y ciudadanos votantes, quítense el pañuelo de los ojos, y vean lo que están haciendo.